Aprende a jugar al póquer

El juego está diseñado para ser jugado por un grupo de dos a 10 personas. El crupier reparte las cartas boca abajo a los jugadores. Las rondas de apuestas comienzan una vez completada la distribución. Dos jugadores (a menudo sentados a la izquierda del crupier) hacen apuestas forzadas (a menudo llamadas ciegas). Esto se hace para promover un juego más activo y dinámico. La primera ronda de apuestas comienza cuando se suben las persianas. Las rondas de apuestas suelen terminar cuando todos los jugadores han hecho sus llamadas (el acto de igualar la apuesta) o han tirado sus manos.

Si más de un jugador se queda con sus manos después de la primera ronda de apuestas, se reparten tres cartas boca arriba (lo que se conoce como el flip). Estas cartas son necesarias para formar combinaciones de manos y pueden ser utilizadas por cualquier jugador (se denominan “cartas comunitarias”). Si queda más de un jugador, se reparte otra carta, lo que se conoce como el turno. Tras el turno se inicia otra ronda de apuestas. Si es necesario, se reparte la última carta comunitaria, conocida como river. Tras el river, tiene lugar otra ronda de apuestas, y si dos o más jugadores se disputan la banca, tiene lugar la revelación. Las manos (o combinaciones) de póquer están formadas por cinco cartas comunitarias y dos personales boca abajo. Cuando se pide la apuesta final, todos los jugadores que tienen cartas comienzan a revelarlas.

Una partida de póquer puede ganarse de dos maneras. Adquiriendo la mano más fuerte o haciendo una apuesta que nadie pueda igualar, obligando a los oponentes a descartar sus manos.

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